Autora: Xisela López
Editorial: Espasa
Edición: Tapa blanda con solapas
Páginas: 148
ISBN: 9788467040500
Precio: 14,90
Una historia de amor escrita con mensajes, sujeta al ahorro de caracteres y al abuso de los puntos suspensivos; una historia de amor única, como lo son todas en realidad. En un móvil, aparentemente perdido, alguien encuentra cientos de mensajes en los que una mujer y un hombre, aparentemente desconocidos, escriben con libertad sobre todo lo que les importa o inquieta. Pero ¿queda el mundo virtual tan lejos del mundo real?
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Lo cierto es que el principal motivo de que me apeteciera leer esta novela es la curiosa forma en la que está narrada. Una novela construida en base a cientos de mensajes vía móvil se me hacía harto curiosa y no podía dejar pasar la oportunidad de leerla. Empecé con la lectura nada más recibirla y en un ratito ya la había terminado, así que como mínimo ya os imaginaréis que se lee rapidísimo, cosa que en parte ha hecho que cumpla mis expectativas, aunque por otra serie de motivos no ha terminado de hacerlo del todo.
Todo empieza cuando una joven policía encuentra un teléfono móvil olvidado en la escena de un accidente de tráfico en el que una pareja se ha dejado la vida. Movida por la curiosidad y con la esperanza de descubrir algo acerca del caso, la joven lee un mensaje de la bandeja de entrada recibido poco antes del accidente, un mensaje que la cautivará y la dejará sin aliento. El impacto será tan grande que nuestra policía no podrá evitar seguir leyendo todos y cada uno de los mensajes que la dueña del teléfono intercambió con ese número, descubriendo una adictiva y autentica historia de amor.
Una historia de amor que comienza cuando la dueña del teléfono recibe por error un mensaje desde un número desconocido. No se sabe por qué, en lugar de no responder como es habitual en estos casos, la mujer comenzará una conversación divertida y encantadora con su desconocido interlocutor, conversación que se irá alargando y haciendo más estrecha a lo largo de los días, convirtiéndose para ella en toda una vía de escape para los problemas del día a día.
No es que yo sea muy fan de este tipo de historias de amor, tan de moda últimamente, entre desconocidos que descuidan sus verdaderas vidas por un sueño imaginario a través de una pantalla, pero Volverán las naranjas consiguió que le perdonara este punto gracias a un giro sorprendente y muy satisfactorio, justo cuando ya estaba a puntito de tirarme de los pelos y odiar hasta a la muerte a los personajes. Así que, un mini punto para la autora por ese detalle.
Además, como ya os he comentado al principio, es una novela que se lee super rápido. Que el noventa por ciento del texto sea en forma de mensajes telefónicos la convierte en una lectura ágil y para nada aburrida, te deslizas por ella casi sin darte cuenta y cuando menos lo esperas ya has llegado al final.
Sin embargo, a pesar de estos puntos positivos, a mi este libro no ha llegado a enamorarme, para mi gusto le ha faltado algo. Una chispa, un no sé qué. Algo que haga que retengas la historia en tu memoria mucho después de haberla leído y por lo que te den ganas de recomendarla a todo el mundo. Para mi solo ha sido solo una historia entretenida pero que realmente ni fu ni fa.
Si os llama la atención dadle una oportunidad, porque en realidad no está mal, pero no os esperéis una obra maestra ni el libro de vuestra vida porque no lo será. Una lectura para pasar el rato y nada más.
Con la colaboración de Espasa.