Nubes de kétchup de Annabel Pitcher

Título: Nubes de kétchup
Autora: Annabel Pitcher
Editorial: Punto de Lectura
Edición: Bolsillo
Páginas: 273
ISBN: 9788466327596
Precio: 7,99

Nubes de kétchup nos cuenta la historia de Zoe, una chica inglesa de quince años que oculta un terrible secreto. Llena de angustia pero también con una buena dosis de humor, Zoe comenzará a escribir cartas a un criminal llamado Stuart Harris, encerrado en el corredor de la muerte de una prisión de Texas. Piensa que solo alguien así, marcado al igual que ella por el secreto, la mentira y el asesinato, va a poder comprenderla...Bolígrafo en mano, Zoe respira profundamente, come un sándwich de mermelada de fresa y comienza su relato de amor y traición...
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 Cuando cogí este libro no tenía ni idea de lo muchísimo que me iba a encantar. Había escuchado hablar de esta autora por Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea, una novela que se hizo muy famosa hace ya varios años pero que nunca me animé a leer, sin embargo, de Nubes de kétchup no sabía absolutamente nada hasta que la descubrí en un email informativo de la editorial.

 Lo que más me llamó la atención de esta novela fue el "terrible secreto". ¿Qué secreto tan terrible puede ocultar una chica de quince años como para no poder contárselo a nadie salvo a un desconocido criminal de Texas? Mi imaginación voló ante esta cuestión y lo único que quería era recibir la respuesta. 

 La unica poseedora de la verdad, Zoe, se nos presenta como una adolescente normal y corriente. Una adolescente que toma decisiones completamente egoístas, que suele pensar después de actuar y que es una marisabidilla la mayor parte del tiempo, osea, una completa imbécil. Esto me ha hecho especial gracia porque este tipo de libro suele reflejar la parte bonita de todo adolescente, obviando lo rematadamente estúpidos que los seres humanos somos en esta etapa de nuestra vida. 

 Conoceremos muy bien a nuestra protagonista gracias a que la novela está narrada de manera epistolar. Zoe ha decidido contarle su historia al S. Harris, un preso encerrado en el corredor de la muerte por haber asesinado a su novia en uno de esos llamados crímenes pasionales. La muchacha piensa que solo una persona como él podrá entender y perdonar el terrible crimen que cometió y a través de las cartas que le envía seremos participes de su desoladora historia.

 Su historia comienza en una fiesta, una fiesta en la que Zoe conocerá a Max, el chico más popular de su instituto pero en la que también conocerá al Chico de Ojos Castaños, un muchachos unos años mayor que ella con el que sentirá una química realmente especial desde el primer segundo. Desde ese momento Zoe se debatirá entre lo guay que es ser envidiada por todas las chicas del instituto por estar con Max el inalcanzable y lo bien que se siente cuando está con el Chico de Ojos Castaños, con el que puede hablar de libros, reír por tonterías que solo ellos entienden y ser ella misma en todo momento. 

 Pero como en toda historia de tres, las mentiras, las sorpresas y los malentendidos no tardarán en aparecer y en llevarla hasta la fatídica noche a partir de la cual la joven tendrá que ocultar su terrible secreto.

 A pesar de que desde el primer somos conscientes de que Zoe ha cometido un grave crimen, pues ella misma se encarga de dar vueltas alrededor del tema una y otra vez desde la primeras líneas, la autora ha sabido mantener en vilo al lector hasta las últimas páginas. Obviamente es fácil hacerse una idea de lo que ocurrió pero no puedes evitar preguntarte a quién, cómo y por qué de lo ocurrido y solo puedes seguir y seguir leyendo para descubrirlo porque os aseguro que no podréis adivinarlo. 

 Supongo que Nubes de kétchup estará catalogo como novela juvenil pero creo que es una de esas novelas que no deberían tener franjas de edad. Annabel Pitcher nos hace reflexionar sobre los lazos que nos unen a nuestra familia, sobre el amor, sobre la propia satisfacción y como eso puede herir a los demás, sobre el sentimiento de culpa y sobre como la vida cambia en unos segundos y cuando menos lo esperas. Annabel Pitcher nos habla de todas estas cosas a través de la voz de una chica de quince años pero no cometamos el error de pensar que su pluma solo está dirigida a chicas de quince años. 

 Nubes de kétchup me ha hecho reír, me ha hecho recordar muchas cosas, me ha hecho suspirar, reflexionar y me ha tenido con el corazón en un puño hasta su última frase. Es un libro que me ha dejado huella y que conservaré con muchísimo cariño.

 Con la colaboración de Punto de Lectura.